quinta-feira, 26 de maio de 2011

Jesús la Esperanza Bendita

 Hola, Mateo tiene hoy un mensaje para ti.
Mateo 12:22
 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.”
            En cierto lugar un hombre casi acostado al suelo cerca de mi mientras se disponía a cenar me habló diciendo; “Sabes necesito saber que puedo hacer para librarme de esta adicción que es un problema, tengo años metido en esto y no es fácil dejarlo; mi madre y mis hermanos me votaron de casa”. Un hombre de 35 años aproximadamente cerca de mi hablándome de esa manera, me conmoví un poco; pero me acerqué y solo le miré, luego prosiguió diciendo: “quiero que me ayude a cambiar, como hago, usted es curandero. Vuelco para mí y me miro a mi mismo y veo que soy nada; nada tratando de ayudar a alguien que necesita, y sabes amigo, no puede ayudarlo a ese hombre; soy igual que tú. A veces me pongo a pensar en él con una pregunta. ¿Qué hubiese pasado si este hombre hubiera ingresado al templo? Estoy seguro que su historia sería distinta; y sabes porque te digo esto; simplemente porque se hubiera encontrado con Cristo aquel que es capaz de revertir las imposibilidades que humanamente nosotros tenemos.
Cuando trajeron a Él un endemoniado; Cristo lo sanó con su poder ayudado o con la intervención del Espíritu Santo; lo mismo sucedió con el que estaba ciego y mudo; el poder de Dios supera en gran manera las fuerzas del mal. Lo que vemos en Jesús y su acto de liberación a estos dos hombres, es solo una muestra de lo que es capaz de hacer por ti; Mira Jesús ya fue duramente criticado por todo esto; y tu puede que seas criticado, quizá con el solo hecho de seguirlo, de ir al templo, de tener una Biblia, de poseer imágenes o pósteres religiosos. Pero sabes por detrás de todo; Jesús está a tu lado no te abandonará aun en el momento de necesidad, ya sea si fuerzas para seguir trabajando, sin ganas de vivir, porque la vida es injusta contigo y tu familia; o hundido en deudas, falta de trabajo quizá.
Te invito a mirar a una cruz en donde Cristo estaba y recuerda que Él un día estuvo allí pagando nuestra deuda de muerte. No te frustres mas solo hay una alternativa y es nuestra bendita esperanza solo en Jesús así como lo fue para estos dos hombres que buscaron a Jesús en su necesidad; como un a bendita esperanza.
            Hoy mismo puedes acercarte a Jesús en oración diciéndole aquello que te aqueja, que te perturba, que te molesta; Él un día se hiso hombre. Así que puedes estar seguro que te entenderá, aférrate a Él, como tu bendita esperanza. Yo estaré orando por ti mientras lo haces en este momento. Amen

Nenhum comentário:

Postar um comentário